JBALVIN / FIFA

El domingo 13 de julio de 2025, el MetLife Stadium de Nueva Jersey se convirtió en el epicentro de la música y el fútbol mundial. Durante el descanso de la Final del Mundial de Clubes de la FIFA entre Chelsea F.C. y Paris Saint-Germain, ocurrió algo histórico: por primera vez la FIFA presentó un espectáculo de medio tiempo al estilo de la NFL, con algunos de los artistas más populares del planeta . El show, producido por la organización benéfica Global Citizen y curado por Chris Martin (vocalista de Coldplay), prometía ser un despliegue de ritmo, color y mensaje global jamás antes visto en un torneo de fútbol .

El estadio se transformó con un escenario elevado tipo plataforma flotante montado en las gradas superiores, una solución innovadora diseñada junto a Chris Martin para no dañar el césped de juego recién instalado . Esta tarima suspendida dio al público una vista espectacular, como si un concierto emergiera sobre los aficionados. En el aire de verano se mezclaban la emoción futbolera y la anticipación musical: más de 80 mil fans vibraban sabiendo que estaban a punto de presenciar un momento único. Luces, sonido y fuegos artificiales estaban listos para acompañar a un elenco de artistas de diversos continentes unidos en un mismo escenario, enfatizando el lema de que la música y el deporte pueden unir al mundo .

Ritmo global sobre el escenario flotante

El espectáculo arrancó con pura energía latina. El colombiano J Balvin fue el primero en encender la fiesta desde lo alto de las gradas, ataviado con los colores de la bandera de su país y rodeado de bailarines y tambores que trajeron un pedacito de Colombia al MetLife . Sus exitosos temas “Mi Gente” y “Reggaetón” resonaron por todo el estadio, contagiando a la multitud con sus ritmos urbanos y poniendo a todos a bailar desde el primer instante . El público saltaba al son del bajo y los tambores, marcando un inicio vibrante que abrió el show con sabor latino y una explosión de alegría colectiva.

Tras el electrizante opening, llegó un cambio de tono suave y seductor desde África occidental. La nigeriana Tems tomó el relevo con su estilo afro-soul, aportando una atmósfera distinta pero igualmente mágica. Interpretó “Love Me JeJe”, un tema de R&B con cadencia africana que cautivó a los presentes . Su voz soulful y su presencia serena hicieron que el público se meciera al compás, mientras los juegos de luces en tonos dorados acompañaban la melodía. Tems se movía con elegancia por la plataforma, entregándose con autenticidad y pasión en cada nota . En esos minutos, el estadio entero pareció conectarse con la esencia del afrobeat y la emotividad de una artista que llevaba el corazón de Lagos al escenario mundial.

El tercer acto del show trajo el poder del pop y un destello deslumbrante. Doja Cat, representando a Estados Unidos, irrumpió en escena interpretando su éxito “Woman” con una puesta en escena visualmente espectacular . La cantante apareció luciendo un llamativo atuendo estilo jersey de fútbol, un minivestido púrpura-rojizo diseñado en colaboración con Adidas y cubierto con 35,000 cristales Swarovski que brillaban bajo las luces del estadio . Complementó el look con calcetas altas tipo futbolista, tacones personalizados con forma de botines y una cola de caballo adornada con una cinta roja, encarnando a la vez glamour pop y espíritu deportivo. Su actuación combinó coreografías intrincadas –celebrando la fuerza y la feminidad– con una voz poderosa, haciendo cantar a miles de fanáticos el pegadizo coro de “Woman”. Doja dominó el escenario con confianza; cada movimiento reflejaba la fusión de música y deporte en su máxima expresión .

Al finalizar su número, la artista no pudo ocultar su emoción por ser parte de este evento singular. “Me enorgullece representar a mi país en este escenario único que reunirá a personas de todos los rincones del mundo,” dijo Doja Cat previamente, destacando el significado global del momento, “y estoy muy agradecida de poder apoyar los esfuerzos educativos al recaudar fondos para el Fondo de Educación Global Citizen de la FIFA” . Sus palabras resonaron con el público: este no era solo un show de medio tiempo, sino un acontecimiento con propósito que trascendía la música.

La culminación del espectáculo llegó de forma sorpresiva y emotiva. Las luces se atenuaron brevemente y, de pronto, los acordes etéreos de “A Sky Full of Stars” comenzaron a sonar. La banda inglesa Coldplay apareció en escena como invitado inesperado, provocando una ovación instantánea . Chris Martin, quien había oficiado de curador del evento, tomó el micrófono en el centro de la plataforma, mientras sus compañeros de banda se unían en la interpretación. A ellos se sumó una presencia inspiradora: el cantante australiano Emmanuel Kelly, quien hizo historia como el primer artista con discapacidad en presentarse en un show de medio tiempo de la FIFA . Juntos, Coldplay y Kelly regalaron una versión sublime de “A Sky Full of Stars” que convirtió el estadio en un mar de luces; miles de pulseras y celulares brillaban al unísono desde las tribunas, literalmente un cielo lleno de estrellas en la Tierra. A medida que la canción avanzaba hacia su clímax, una lluvia de fuegos artificiales iluminó el cielo de Nueva Jersey, añadiendo magia al momento .

La voz de Emmanuel Kelly, cantante nacido con extremidades subdesarrolladas a causa de la guerra química en Irak, sonó segura y llena de sentimiento junto a la de Chris Martin . Al terminar la canción, Kelly dirigió unas palabras al público conmovido: “Ser parte del primer show de medio tiempo de una Final del Mundial de Clubes es más que un logro personal — es un momento de visibilidad y esperanza para cada niño con discapacidades al que alguna vez le hayan dicho ‘no’”, expresó emocionado . En ese instante, las 80.000 personas en el estadio estallaron en aplausos y vítores, reconociendo no solo el talento, sino la valentía y el mensaje de inclusividad que representaba este artista . La presentación conjunta de Coldplay, Kelly y los demás cantantes en el cierre fue literalmente la cereza del pastel de un espectáculo lleno de color y sentimiento, que dejó al público con la piel erizada y el alma llena de optimismo.

Música y fútbol unidos por una causa común

Más allá de la música y el espectáculo, este show de medio tiempo tuvo un propósito claro: impulsar la unión global y la solidaridad. En colaboración con FIFA, Global Citizen utiliza este evento como plataforma para una campaña benéfica ambiciosa. Cada entrada vendida para el torneo aportó un dólar al Fondo de Educación Global Citizen de la FIFA, una iniciativa que aspira a recaudar 100 millones de dólares para brindar acceso a educación de calidad y al fútbol a niños de todo el mundo . Hasta la fecha del evento ya se habían reunido alrededor de 10 millones de dólares para esta causa, y las donaciones siguen sumando rumbo a la meta . Los artistas participaron con orgullo sabiendo que su talento contribuiría a cambiar vidas: la mezcla de entretenimiento y filantropía mostró el enorme poder de la cultura pop cuando se alía con el deporte por el bien común.

El mensaje de unidad global fue el latido fundamental de todo el show. Sobre esa plataforma elevada compartieron escenario artistas de cuatro continentes distintos: Norteamérica (Doja Cat, de EE.UU.), Sudamérica (J Balvin, de Colombia), África (Tems, de Nigeria), Europa (Chris Martin con Coldplay, del Reino Unido) y Oceanía (Emmanuel Kelly, de Australia). Nunca antes una alineación tan diversa había convergido en el entretiempo de una final mundial de fútbol, y el resultado fue una verdadera celebración multicultural . “Hoy fuimos testigos de algo realmente histórico – artistas representando a las Américas, África, Europa y Oceanía juntos en el escenario más grande del fútbol,” declaró Hugh Evans, cofundador de Global Citizen, resaltando cómo “esta alineación internacional personificó la idea de que la música y el fútbol pueden unir al mundo, y cuando actuamos juntos, podemos lograr un impacto descomunal para ayudar a niños de todo el planeta a acceder a una educación de calidad” . La audiencia global, que pudo seguir el evento en vivo y gratis por streaming, sintió esa conexión: por 15 minutos, millones de personas de diferentes países cantaron las mismas canciones y compartieron los mismos ideales, derribando barreras idiomáticas y culturales al compás de la música .

Legado emocional y el inicio de una nueva era

El impacto simbólico y emocional de este espectáculo de medio tiempo perdurará mucho más allá del pitazo final. En lo deportivo, Chelsea levantó el trofeo tras vencer 3-0 al PSG, pero en las memorias colectivas la final de 2025 será recordada tanto por el resultado como por el show que la acompañó . La imagen de Doja Cat brillando como una superestrella de pop-fútbol, de J Balvin uniendo generaciones al ritmo del reggaetón, de Tems representando la elegancia del sonido africano, y de Coldplay junto a Emmanuel Kelly tocando el cielo del MetLife con miles de luces, quedará grabada como un momento cumbre de unión y esperanza. El deporte rey y la música mundial se dieron la mano en un abrazo que incluyó a todos: hinchas, artistas y especialmente a aquellos niños que sueñan con un futuro mejor gracias a la educación.

La ovación final en el estadio fue más que merecida. Muchos asistentes comentaron que, por primera vez, sintieron que un evento futbolístico lograba emocionarlos al nivel de los grandes conciertos. El éxito rotundo de este primer show de medio tiempo oficial de la FIFA marca el inicio de una tradición nueva. De hecho, la propia FIFA ya anunció que repetirá la fórmula en la Final del Mundial 2026 (a disputarse también en el MetLife Stadium) con otro espectáculo musical de gran calibre . Lo vivido en Nueva Jersey fue mucho más que entretenimiento: fue un recordatorio de que cuando el mundo se une –sea para cantar, jugar o ayudar–, se enciende una luz de esperanza capaz de atravesar cualquier frontera. La noche del 13 de julio de 2025, el MetLife Stadium fue testigo de cómo el lenguaje universal de la música puede elevar el espíritu global; uniendo continentes, celebrando la diversidad y demostrando que, juntos, podemos alcanzar estrellas y metas que parecían imposibles.

En resumen, el show de medio tiempo del Mundial de Clubes 2025 no solo deslumbró por su producción espectacular, sino que conmovió e inspiró por su mensaje. Fue un narrativa vibrante de unidad en la diversidad, un concierto benéfico incrustado en una final de fútbol, y un hito cultural que subraya el poder de la música y el deporte como agentes de cambio. Como dijeron en redes sociales durante el evento: “Los mayores astros en el escenario más grande, brindando un espectáculo a la altura de una final mundial” . Aquella noche, fútbol y música jugaron en el mismo equipo – y el ganador fue el mundo entero.

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